Recorriendo Potsdam en bicicleta!

Justo ayer Nahuel me preguntaba, mientras viajábamos en subte, qué tres lugares visitaría (de los que ya visité durante este tiempo) si tan solo pudiera estar tres días en Berlín y la respuesta fue unánime -porque solo yo tenía que contestar, pero bue-, Potsdam. Lo otros dos lugares todavía los estoy pensando pero Potsdam gana por afano, y ni siquiera pertenece a Berlín ¿será trampa? ¿Qué dice señor escribano?
Fuimos el domingo 12 de Abril -ya sé, pasó mucho tiempo- y por suerte nos tocó un día hermoso, no remera-hermoso pero si camperita-hermoso, aunque por un herror de cálculos fuimos un domingo, y para mi, el domingo es casi sagrado y no hay que hacer cosas cansativas, menos que menos un tour en bicicleta de 35km que consuma todo el día. Detalles.

Llegamos a la estación de Potsdam tempranito, porque queda a solo una hora de viaje en tren desde Berlin -habiendo vivido toda la vida en el conurbano, 1 hora no es nada!- y estando ahí, gracias a un puesto de información turística, pudimos llegar al local donde alquilan bicicletas, City-Rad Rebhan, a tres cuadras y con muchos carteles que indican como llegar.
El alquiler fue de €11 por bici y podés usarla todo lo que quieras hasta las 8pm que es cuando hay que devolverla.
Yo me preguntaba qué mierda iba a hacer una vez que tengamos la bici, no sabría por donde empezar! Por suerte, el señor bicicletero tiene todo pensado y te da un folleto con un recorrido ideal para no perderte de nada.

City Rad Rebhan

El recorrido arranca por Breite Straße, una avenida muy bonita, donde la piba enloqueció al ver tantas flores y cúpulas con estatuas doradas. Pobre Nahuel, que frenaba cada 20 metros porque estaba seguro de que yo le quería sacar fotos a todo, hasta que me aburrí pues hay demasiadas cosas lindas, como por ejemplo  la cúpula de la fundación Großes Militärwaisenhaus (Gran Orfanato Militar).

Großes Militärwaisenhaus

Hicimos unos cuantos metros mas, algunas paradas de emergencia para estudiar el mapa y tuvimos que volver porque nos confundimos y nos pasamos de largo esta colorida calle por la que teníamos que pasar, Schopenhauerstraße.

Schopenhauerstraße

Esa callecita nos llevó hasta la peatonal Brandenburger Straße, que conecta las iglesias de San Pedro y San Pablo, el barrio holandés, con la Puerta de Brandenburgo. Está llena de cafeterías con mesitas afuera, gente disfrutando del solcito y locales de moda bien top -yo llegué a espiar un local de Karl Lagerfeld y me fui antes de ponerme a llorar por pensar que en Longchamps tenemos "La Botica Loca"-.

Brandenburger Straße

Como les dije, esa peatonal sale directamente de la Puerta de Brandenburgo. Fue la primer Puerta de Brandenburgo (La segunda está en Berlín y es muchísimo mas grande).

Brandenburger Tor

De ahí, a dos cuadras aproximadamente, ya llegamos a la entrada del Parque Sanssouci (Sans Souci significa "sin preocupaciones" en francés), y es el parque mas importante de todo Potsdam y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está lleno de palacios (como el palacio de veraneo de Federico II, el Rey de Prusia -van a ver muchas estatuas de el-), jardines y demás cosas de ensueño. Tiene aproximadamente 300 hectáreas, así que nos pasamos gran parte del día recorriéndolo, aunque creo que amerita una segunda visita en plena primavera para ver todo en su máximo esplendor.

Am Grünen Gitter

Marlygarten

¿Conocen el síndrome de Stendhal? Cito de Wikipedia:
También denominado Síndrome de Florencia o "estrés del viajero", es una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión, temblor, palpitaciones, depresiones e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a obras de arte, especialmente cuando éstas son particularmente bellas o están expuestas en gran número en un mismo lugar.
Hay un punto en que la calle de entrada al parque se termina y te obliga a girar hacia la derecha. Ahí es cuando escuché a Nahuel emitir algún tipo de exclamación de asombro que jamás logré entender porque un segundo después lo vi yo y casi colapso. No podía seguir. No podía hacer nada. Quería llorar.
En ese momento me di cuenta que nunca había visto un palacio en toda mi vida, de que quería quedarme en ese lugar para siempre, de que quería llorar porque ahí realmente me di cuenta de lo pobre que soy y de todo.
Pero no jodamos, no tuve un shock, no me puse a gritar como una fanática de los Beatles ni mucho menos, aunque las piernitas me temblaban.
Este es mi mejor esfuerzo para no quedar como una loca ante la gente que me va a leer -Hola mamá!-, no quiero que en los comentario me recomienden medicamentos para la cabeza, pero la realidad es que alguna que otra lagrimita se me cayó al ver tanta pero tanta belleza por primera vez en la vida.
LO 100-TO.

El Palacio Sanssouci, con sus estatuas, jardines, terrazas, estanques y todo lo que lo hace ser lo que es, es realmente de otro planeta.

Schloss Sanssouci

Sphinx Schloss Sanssouci

Friedensteich Schloss Sanssouci

Statue Schloss Sanssouci

Schloss Sanssouci

Lustgarten Schloss Sanssouci

Schloss Sanssouci

Schloss Sanssouci

Historische Mühle

El Pabellón Chino, a 700 metros del palacio, una antigua casa de te, un despilfarro de plata para la época en la que es lo construyó y para el 2015 también. Lleno de pilares, estatuas y ornamentos dorados contrastando con las paredes color turquesa, rodeada de cerezos llenos de flores. Todo parece sacado de un cuento, incluso los animales del lugar.

Chinesisches Haus

Chinesisches Haus

Cherry Blossom

Mandarinente Schloss Sanssouci

Pit stop. Parada técnica porque ya van varias horas caminando y andando en bici desde que estamos en Potsdam, así que nos fuimos al jardín de otra casa dentro del parque -idéntica a la casa del los Bennet en "Orgullo y Prejuicio"-, bordeada por un arrollito, un puente y árboles, donde funciona un lindo bar en el patio de atrás.

Paulaner Bier Schloss Sanssouci

Brücke Schloss Sanssouci

Con una cerveza encima, tuvimos que hacer cerca de 1200 metro para llegar al Neues Palais y la Universidad de Potsdam, otros dos palacios enormes, en el extremo Oeste del parque. Ahora me doy cuenta de que fuimos unos boludos -o el que dibujó el mapa- y nos perdimos de ver el Neues Palais desde adelante, con la vista al jardín, y resulta que sólo vimos la entrada de atrás.

Universität Potsdam

Neues Palais

Neues Palais

Universität Potsdam

Neues Palais

Neues Palais

Universität Potsdam

Ya prácticamente habiendo recorrido el Parque Sanssouci de punta a punta, salimos hacia el lado derecho de la calle que pueden ver en la foto de arriba (), para dar con Maulbeeralle, una avenida que bordea todo el norte del lugar, así que algunos lugares los repetimos, pero desde otro ángulo.
Pasamos por la entrada del Palacio de la Orangerie, que no van a ver en ninguna foto porque -duh!- otra vez leímos mal el mapa y lo pasamos por alto, pero según Google esta RE bueno.
Y como unos tontitos que somos nos quedamos en el jardín que está enfrente (cruzando la calle) y que tiene una estatua muy grande de un hombre con arco y flecha mas una estatua de Federico en su caballo, porque el muchacho este es muy querido por estos lugares.

Orangerie

Orangerie

Friedrich der Große

Llegamos al Sizilianischer Garten (Jardín Siciliano), desde donde podíamos ver el Molino Histórico -que apareció en una foto mas arriba-, sin árboles que jodan la foto.
Cabe aclarar que el molino ahora es un museo, pero las aspas funcionan cuando hay viento y es algo lindo de ver.

Sizilianischer Garten

Sin estos dos, la travesía hubiera terminado a la media hora. Excelsior!

Excelsior

Sizilianischer Garten

Ahora, a darle átomos durante tres kilómetros entre subidas, bajadas, tránsito y peatones para llegar hasta Alexandrowka, la colonia rusa. Son trece casitas de madera, con jardines muy grandes. Alguna es un museo, otras tienen lugar para comer y otras venden mermelada y miel. Ay! Suena re tierno al escribirlo! Es un lugar muy bonito y además, otro Patrimonio de la Humanidad por UNESCO.
Pago mil rupias por verlo nevado!

Alexandrowka

Desde ahí, pedalear otro kilómetro hasta el Neuer Garten, mucho mas chico, nuevo  y con menos palacios en comparación al Sanssouci. En cuanto llegamos, atamos las bicis al camino (muchísimos lugares de los que vimos tienen un recorrido específico para bicicletas y tenés que dejarla si querés recorrer los caminos a pie, que son la mayoría). Mientras veíamos el jardín que está junto al Orangerie (Invernadero), se nos acerca una señora de pelo corto y campera celeste, que nos intenta hablar en alemán.
Nosotros, novatos, todavía no hablamos nada y apenas podemos entender algo juntando las pocas cosas que entre los dos sabemos, así que estuvimos cinco minutos mientras la señora nos hablaba en alemán y nosotros tratábamos de entender algo, hasta que en un rústico intercambio de señas, pudimos entender que la semana anterior, alguien cortó una cadena y se llevó una bicicleta de ese mismo parque.
La señora tan buena quería ayudarnos y mantenernos alerta por cualquier cosa. Un besito a Bertha (?) que nos está mirando.

Neuer Garten

Neuer Garten

Otra de las cosas que ya estuve diciendo por ahí. En Alemania hay que mirar bien por donde uno pisa, porque de golpe puede aparecer un lago. Los hay en todos lados, cada dos cuadras, cada cinco cuadras, podés encontrar uno, hasta en lugares centrales de Berlín.
Mi mente vuelve a mi niñez viviendo en Glew, donde lo único que teníamos eran zanjas de agua podrida junto a la calle de tierra. Un beso a mis fans de Parque Roma que están empezando a tener mas calles asfaltadas.

Heiliger See

Marmorpalais

Bueno, bueno, bueno! Levante la mano el que se cansó de pedalear y ver flores y palacios y quiere empinar el codo! Llegamos a uno de los extremos del Neuer Garten y nos encontramos -oh sorpresa- con el Gasthausbrauerei Meierei al costado del Junfernsee (Lago de las Vírgenes). O sea, de golpe y porrazo estábamos en una linda cervecería, con un patio para comer y una linda vista al lago.
No hay fotos que le hubieran hecho justicia a lo que podíamos ver desde nuestra mesa, ni descripción suficiente para describir lo rica que era la cerveza que fabrican ahí.

Gasthausbrauerei Meierei

Gasthausbrauerei Meierei

Todavía me acuerdo de lo mareada que estaba cuando volvimos a las bicis. Mentira. No me acuerdo. 
No, no tengo un problema con el alcohol. Dejen de hacer que mi mamá se preocupe por mi salud mental.
El mapa nos indicaba que sigamos un camino que nos sacaba del parque, -y con mi estado, caerme al agua era otra opción válida para salir del parque-, pasando por Hasengraben Kanal, un canal que comunica el Heiliger See (Lago Sagrado) con el Junfernsee (Lago de las Vírgenes).
En otras palabras, Tigre LTA, porque con un solo canal, ya le pasa el trapo a toda la belleza junta que Tigre podría tener con sus quinchicientos canales.

Hasengraben Kanal

Pasamos por un barrio que creo que se llamaba "La puta madre que pobres que somos los argentinos" hasta llegar al Glienicker Brücke, un puente que cruza toda esa maraña de Ríos y Lagos que se juntan por ahí, conectando Potsdam con Berlín.
Durante la Guerra Fría, los estadounidenses y los rusos lo usaron para el intercambio de espías capturados. El puente fue reabierto un día después de la caída del muro de Berlín para que pasen los peatones.

Glienicker Brücke

Una vez pasado este puente y un puentecito mas, entramos al Babelsberg Park, que tiene otro palacio que no vimos -acá las patas realmente no me respondían- y sólo le saqué fotos al Dampfmaschinenhaus (algo como "Casa de maquinas de vapor") y al Matrosenhaus (casa de los marineros) con el Flatowturm de fondo que hacía que parezca un Disney bastante tétrico.

Dampfmaschinenhaus

Matrosenhaus und Flatowturm

Seguimos recorriendo durante todo el borde del Lago Tiefer y el Río Havel hasta volver a pasar por la estación de Potsdam, hacer unos metros mas y devolver las bicicletas a eso de las 7 de la tarde.
Nos tomamos un café en la estación antes de salir porque necesitábamos algo que nos saque la muertitud de encima, y recién ahí volvimos a casa.

Por suerte tuvimos la inteligencia de alquilar estas bicis y no intentar hacer una locura semejante a caminar por Potsdam. No hubiésemos podido ver y recorrer todo lo que hicimos ni de casualidad.
Pensé en cómo sería ir en auto, pero salvo que sea para ir a un lugar en específico, como por ejemplo, volver a la cervecería a deleitarte con otra de esas cervezas inolvidables... Creo que tampoco es práctico el auto.
También vi que dentro del Parque Sanssouci había una especie de charter para los mas vagos y paspados, como que en ciertos puntos tenías un cartelito diciendo que por ahí pasaba la combi, pero nunca lo vi y no me confiaría.
¿Tour en micro? Caro al pedo. Te cronometran. Tienen paradas y arreglos en diferentes locales y atracciones como para que tengas que pagar mas cosas. Además lleno de gente.

Me parece que lo mas sabio entonces, definitivamente es la bicicleta. Podés recorrer largas distancias, es íntimo, vas con la gente que querés, lo hacés a tu ritmo, parás cada vez que querés sacar una foto o tomar algo, podés hacerlo tranquilo.

5 comentarios:

  1. como siempre, me re gustan las fotos que sacaste! es genial porque los lugares me hicieron acordar a distintos lugares de distintos países en los que estuve <3
    la arquitectura > all =D

    ResponderEliminar
  2. que hermoso todo lo que estas disfrutando.. leo cada entrada... ya estoy cerca de estar por esos lados... espero verte..
    besos

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno. Nosotros fuimos por nuestra cuenta en tren y como recorrimos sólo a pié nos perdimos el 80% de lo que contás. Visitamos Sanssouci (hicimos la visita al castillo con audioguía) y después nos mandamos caminando desde ahí hasta Alexandrowka, para comer calentito, considerando que hicimos todo eso en invierno y lloviznando!. Volvimos de nuevo al palacio a tomar un bondi jaja hasta la estación de tren. Re lindas fotos, en verano es hermoso.

    ResponderEliminar
  4. Fer! no nos dejes!! no encontraba este blog y me acordé que lo habias mencionado en Laqueada. Es un placer leerte, que ganas de viajar!!!

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias por compartir vuestra experiencia. Tomo buena nota de tengo que alquilar bicicleta. La verdad es que habeis visto un monton de cosas. En breve voy a Berlín y me a ido genial leer vuestra visita a Postdam. Saludos

    ResponderEliminar

 

flickr photostream

¿Donde estoy ahora?

About

Una de mis teorías conspirativas menos elaboradas,
es la de que mi lugar en el mundo es Nueva Zelanda,
porque su planta nacional es el helecho (en inglés, FERN)
y yo soy FERNANDA.

— Coincidence? I think not.