Que no cunda el pánico

Yo no les explico los nervios, no se imaginan. Al principio eran los nervios normales que cualquier ser humano puede tener cuando se está por ir de vacaciones; entre que sacás el pasaje, que reservas un lugar donde quedarte, que vas a la embajada correspondiente para que te expliquen bien cómo es todo porque no le entendiste una mierda a ese tipo que tiene un blog re canchero sobre cómo recorrer Oceanía en monopatín... Terminás nervioso y acalorado; hasta ahí todo normal. Nervios esperables.

Pero cuando te das cuenta de que ese viaje no es una pelotudez, que en cuanto tengas una pata arriba de ese tubo con alas tu vida cambia completamente, ahí si que los nervios te consumen: Dormís como el orto (si es que lográs dormir), te quedás sin amigos porque no te soportan mas (y si, no parás de hablar sobre lo mismo). Tu entorno no te banca más.

Vos no te bancás mas.

To spice things up: 

Sumale una pizca de atentados aéreos una semana antes de que te vayas a la mezcla.

Voilà! Terminás siendo un loco de mierda que prueba yoga para combatir el insomnio, que intenta no ser un amigo horrible y deja de romper las pelotas hablando del tema y que cada tanto se toma medio clonazepam para evitar los ataques de pánico (y dormir, porque yoga no te funciona).

Ahora que ya tienen una idea mas clara de cómo es que estoy y los nervios que tengo, les explico por qué:

El viernes 3 de abril del año 2015 (lo anoto porque en 5 años me lo olvido) me voy a vivir a Alemania junto con mi novio, porque somos seres de luz materialista (is that a thing?), que amamos la plata; amamos tenerla y amamos gastarla en pelotudeces, como buenos eternos adolescentes que somos.
Pero no todo es tan lindo ni tan fácil. Me estoy yendo a uno de los países más burocráticos del universo y eso complica el tema de vivir ahí (y tantas otras cosas mas), pero bueno, ya se irán enterando.

Por lo pronto, no sólo queremos limitarnos a recorrer Berlín.
Como ya dije alguna vez, mi sueño es que me quede chico el pasaporte de tanto sellito.

La cagada es que ponen los sellos donde se les canta, pero jamás en orden.